Ingredientes:
- 600 g harina de fuerza
- 25 g levadura fresca de panadero
- 1 huevo
- 130 g azúcar
- 250 ml leche
- 100 g mantequilla
- 50 ml nata
- 1 pellizco de sal
- 20 hebras de azafrán
- 5 semillas de cardamomo
- Pasas sultanas para el acabado final
- 1 huevo para el acabado final
El día de Santa Lucía, 13 de diciembre, la noche más larga, es una festividad importante en Suecia. Durante esa noche una procesión de muchachas vestidas de blanco y con candelabros sobre las cabezas a modo de coronas, de chicos adornados con estrellas doradas y de niños vestidos como duendecillos pasea por la ciudad para llevar luz a una noche oscura. Las niñas reparten unos bollos tradicionales preparados con azafrán y cardamomo junto con galletas de jengibre a la gente que va a ver la procesión. La festividad proviene de finales de la Edad Media pero parece beber de tradiciones incluso anteriores.
Será porque me llamo Lucía y en mi casa siempre se han celebrado los santos, pero esta tradición me gustó y un día decidí probar a hacer estos bollos de azafrán y cardamomo que nos encantaron a todos. Así que merece la pena celebrar la noche más larga del año.
Elaboración
Echamos en el mortero el azafrán, junto con las semillas de cardamomo (a las que les hemos quitado la vaina) y una cucharadita del azúcar para que sea más fácil triturarlo hasta crear un polvo fino.
En un cazo ponemos a calentar la leche y la nata con el azúcar, el azafrán y el cardamomo a fuego lento. Cuando esté caliente, añadiremos la mantequilla para que se funda con el propio calor de la mezcla.
Dejamos que se enfríe un poco antes de añadir la levadura, ya que esta no podemos añadirla a más de 37º. Desmigamos la levadura y la mezclamos bien.
Aparte, tamizamos la harina con un pellizco de sal, hacemos un hueco en el centro y añadimos los líquidos y un huevo ligeramente batido. Comenzamos a amasar la mezcla. Evitaremos añadir más harina aunque la masa esté un poco pegajosa al principio, cuando la vayamos amasando se irá volviendo más manejable. Amasaremos durante unos 15 minutos para que la masa se vuelva más elástica.
Haremos una bola con la masa y la dejaremos reposar en un bol, en un lugar cálido, hasta que doble su volumen (aproximadamente una hora). Pasado ese tiempo, volvemos a amasar un poco sobre una superficie enharinada y hacemos porciones de 50 ó 60 gramos. Les damos forma de bastón y las enrollamos en los extremos. Hay muchas maneras de enrollar los bastones para crear distintas formas, cada una con su propio nombre. Los que yo he preparado son los más sencillos, los julegris, pero podéis echarle imaginación y crear vuestras propias formas.
Vamos poniéndolos en una bandeja de horno y volvemos a dejarlas reposar tapadas con un paño unos 20 minutos. Mientras encendemos el horno para que vaya calentando a 180º.
Pincelamos los bollos con huevo batido y los decoramos con pasas. Horneamos durante 30 minutos. Sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.